2 de marzo de 2011

Problemas para informar, facilidades para intoxicar

CCOO está desplegando un importante dispositivo para informar a los empleados y empleadas públicas sobre la nueva ley de reordenación del sector público en la Junta de Andalucía y, en base a ello, está convocando un buen número de asambleas de centro de trabajo por toda la comunidad autónoma.
Pues bien, durante la última semana, algunos Delegados Provinciales parecen haberse puesto de acuerdo para poner todo tipo de trabas a la celebración de estas asambleas, poniendo un extraordinario empeño en preservar “el normal desarrollo de las tareas administrativas” y “evitar cualquier alteración” en la prestación de servicios a la ciudadanía, según reza en alguna de las comunicaciones denegatorias de las correspondientes solicitudes.
Increíble. Sorprendente. Insólito. No sé muy bien qué adjetivo elegir para calificar cualquiera de los escritos firmados por el Delegado de Hacienda y Administración Pública de Granada o los Secretarios Generales de las Delegaciones Provinciales en Cádiz de Consejerías como la de Igualdad, Empleo, Obras Públicas, Medio Ambiente o Agricultura y Pesca, que pretenden impedir que Comisiones Obreras informe sobre los efectos en las condiciones de trabajo de la nueva ley.
Frente a este extraordinario celo, contrasta (como un besugo en una frutería) la dejadez, la indolencia (o la complicidad) con que éstos mismos, miran hacia el ala oeste mientras, en el ala este, se concentran cada día, sin permiso alguno, varias camisetas naranjas con cruces negras rellenas de carne magra, tocando con ritmo espasmódico tambores y pitos, berreando insultos que, no por haberse convertido en lemas de campaña han dejado de ser insultos, mentiras y engaños.
Claro que, también pudiera ser que, esto que viene ocurriendo desde hace ya varios meses, no esté alterando el normal desarrollo de la prestación del servicio. De ahí que quienes velan por el buen funcionamiento no hayan dicho ni mú. Habría entonces que pensar en qué servicios están prestando habitualmente esos de las camisetas en sus puestos de trabajo. Quizás nos sorprenderíamos.

3 comentarios:

  1. Se perseguía a los sindicatos en época de Franco. Parece que ahora hay "celosos y apolíticos" fofonarios (decirles funcionarios es mucho) procurando acabar con las libertades de expresión, de participación, de ídeas. ¿Será casualidad que muchos de estos después aparecen por el PP? Cierto que muchos de estos fofonarios también tienen otros tintes. Tiene que ser una gozada ver a Arenas y Sánchez Gordillo coaligados. ¡Jo, que susto!

    ResponderEliminar
  2. Lo que hay que a ser es acabar con tanto rojillo de los cocos y los ugeteros en la Junta. Hay que echarlos a todos. la Junta debe ser "una, Grande y Libre". Tenemos que lograr que la Junta la controlo el PP y que este nos ponga como sindicatos verticales.Incluso, tendremos que controlar al PP.
    Martín "El Facha"

    ResponderEliminar
  3. El ultimo comentario resultaria ridiculo si no lo estuvieramos viviendo de verdad. Resulta vergonzoso el retroceso democratico que estamos sufriendo y es paradojico que esto ocurra mientras estalla la democracia en el norte de africa.

    ResponderEliminar

Tu opinión sobre el artículo