4 de marzo de 2011

Independientes apolíticos

Me echo a temblar cuando alguien comienza una frase diciendo: yo soy apolítico, pero…. Me recuerda aquella escena de la película del gran Berlanga, la escopeta nacional, donde uno de los personajes afirma:  ¿Yo?, apolítico total.  De derechas,  como mi padre.
El “apoliticismo de derechas” es una de las herencias que ha dejado el franquismo en la sociedad y aún perdura. El propio dictador Francisco Franco le dio este sabio consejo a uno de sus ministros: Tu haz como yo, no te metas en política. Ciertas independencias, como los apoliticismos, esconden en numerosas ocasiones dependencias inconfesables.
Sin embargo, voy a sostener una teoría, que seguramente no es compartida por la mayoría del minoritario y selecto grupo que lee este blog: a pesar de la connivencia que estamos observando en Andalucía y que queda muy bien reflejada en el artículo publicado por Román Orozco en El País y reproducido en este blog: CSIF no es la correa de transmisión del PP.
O mejor dicho, este sindicato “no es sólo” la correa de transmisión del PP, sino que tiene tendencia a serlo de cualquier partido que gobierne.
Para empezar, un apunte histórico. En el año 1988, antes de la mayor huelga general que ha conocido el país, el gobierno del PSOE de Felipe González había firmado un acuerdo con CSIF sobre retribuciones de empleados públicos. Acuerdo que tuvieron que comerse después de que CCOO y UGT paralizaran el país en dicha huelga.
No hay que irse tan lejos, en la última huelga general, CSIF le echa un cable al gobierno de Zapatero no convocando y obstruyendo, en la medida de sus posibilidades, una huelga general que, entre sus objetivos rechazaba los recortes salariales y sociales.
Tampoco se puede olvidar el gran favor electoral que le regaló CSIF al gobierno andaluz del PSOE,  prorrogando el VI del convenio del personal laboral de la Junta de Andalucía, que había sido denunciado por CCOO, unos meses antes de las anteriores elecciones autonómicas.  ¿Y que consiguió a cambio de esta paz social regalada al partido del gobierno de la Junta?.  Pues absolutamente nada. Todo lo contrario, el convenio va a ser negociado totalmente inmersos en la peor crisis de nuestra historia.
Generalizando, quien conoce la trayectoria de CSIF puede afirmar que  lo firma todo: prórroga de convenio, ofertas de empleo, bases de convocatorias, etc. Y no solo en Andalucía, también en comunidades gobernadas por el PP como Galicia, Murcia, Madrid y otras comunidades y administraciones gobernadas por el PSOE incluyendo la administración general del estado.
¿Y por que el empecinamiento en contra de la reordenación en Andalucía?.  Mi teoría es que, en principio la oposición por parte de este sindicato proviene de un “ataque de cuernos” al no estar en la firma del primer acuerdo que se realiza en el marco de la concertación social.
Mientras CCOO, desde el verano realizaba asambleas informativas y organizaba movilizaciones, sólo trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua se movilizaban. CSIF & company  estaban callados.
Cuando le dan vela en el entierro ya era tarde. En condiciones normales les habría faltado tiempo para firmar, pero la situación adquiere una dimensión inesperada, falta poco para las elecciones sindicales y hay que sacar tajada. Es el único motivo para que no firmen una reordenación que es mucho más garantista de derechos de empleadas y empleados públicos y de acceso la administración mediante principios constitucionales que, por ejemplo la gallega, que sí han firmado.
Como dicen en mi pueblo: quien no te conozca, que te compre.

2 de marzo de 2011

Problemas para informar, facilidades para intoxicar

CCOO está desplegando un importante dispositivo para informar a los empleados y empleadas públicas sobre la nueva ley de reordenación del sector público en la Junta de Andalucía y, en base a ello, está convocando un buen número de asambleas de centro de trabajo por toda la comunidad autónoma.
Pues bien, durante la última semana, algunos Delegados Provinciales parecen haberse puesto de acuerdo para poner todo tipo de trabas a la celebración de estas asambleas, poniendo un extraordinario empeño en preservar “el normal desarrollo de las tareas administrativas” y “evitar cualquier alteración” en la prestación de servicios a la ciudadanía, según reza en alguna de las comunicaciones denegatorias de las correspondientes solicitudes.
Increíble. Sorprendente. Insólito. No sé muy bien qué adjetivo elegir para calificar cualquiera de los escritos firmados por el Delegado de Hacienda y Administración Pública de Granada o los Secretarios Generales de las Delegaciones Provinciales en Cádiz de Consejerías como la de Igualdad, Empleo, Obras Públicas, Medio Ambiente o Agricultura y Pesca, que pretenden impedir que Comisiones Obreras informe sobre los efectos en las condiciones de trabajo de la nueva ley.
Frente a este extraordinario celo, contrasta (como un besugo en una frutería) la dejadez, la indolencia (o la complicidad) con que éstos mismos, miran hacia el ala oeste mientras, en el ala este, se concentran cada día, sin permiso alguno, varias camisetas naranjas con cruces negras rellenas de carne magra, tocando con ritmo espasmódico tambores y pitos, berreando insultos que, no por haberse convertido en lemas de campaña han dejado de ser insultos, mentiras y engaños.
Claro que, también pudiera ser que, esto que viene ocurriendo desde hace ya varios meses, no esté alterando el normal desarrollo de la prestación del servicio. De ahí que quienes velan por el buen funcionamiento no hayan dicho ni mú. Habría entonces que pensar en qué servicios están prestando habitualmente esos de las camisetas en sus puestos de trabajo. Quizás nos sorprenderíamos.